Profesora de Lengua y Literatura de la Universidad de Piura
Piura, 6 de julio de 2006
Hace poco me llamó mucho la atención leer en un cuaderno escolar: “No se olvide de enviar un vívere para la canasta”. Obviamente, solo se pedía un producto alimenticio para la canasta del día de la madre. En ese momento, me vino a la mente la idea de que existen palabras que no tienen singular y una de ellas es, precisamente, víveres. Entonces, me pregunté: “¿por qué no utilizar vívere en lugar de víveres, si sólo se pide una cosa y no dos o más?”
Nosotros, como hablantes, distinguimos la cantidad de objetos de una misma clase mediante el número: una silla, treinta sillas, varias sillas; un reloj, dos relojes, muchos relojes. El número es una variación gramatical que indica una sola persona, un solo objeto o una sola entidad (número singular), o más de una persona, de un objeto o de una entidad (número plural) (Gómez Torrego: 2002,131). En nuestro idioma, el número singular no tiene una terminación propia (silla, reloj); mientras que el número plural, generalmente sí, porque se forma mediante las desinencias o morfemas –s / –es (sillas, relojes) y, también, con la anteposición del artículo como sucede en: la crisis / las crisis. Sin embargo, el singular no siempre se refiere a un único ejemplar ni el plural a varios. Existen, peculiaridades en cuanto a la cantidad que indica el número, manifestadas en la forma de la palabra, sin que eso signifique que tenemos una mayor o menor cantidad de elementos.
Por ejemplo, qué sucede con las palabras: cosquillas, caries y nupcias. Las tres presentan la terminación del plural (–s); pero, ¿tienen singular?, ¿existirán las palabras *cosquilla, *carie o *nupcia? Aunque nos suenen las dos primeras, ninguna de las tres presenta forma singular. Es decir, lo correcto es cosquillas, caries y nupcias.
Si nos fijamos detenidamente, veremos que en estos sustantivos no hay una oposición numérica a diferencia de reloj/relojes, pues cuando siento cosquillas no siento un número determinado de ellas, no puedo afirmar que si digo *cosquilla en singular siento menos cosquillas que si digo la palabra en plural. Lo cierto es, que aunque estos términos aparecen en plural, no tienen nunca singular; por eso a este tipo de sustantivos se les conoce como pluralia tantum (sólo plural).
En efecto, volviendo con nuestro primer ejemplo, lo correcto es usar la palabra víveres; por lo que la nota en ese cuaderno escolar debió ser: “No se olvide de enviar los víveres para la canasta”, claro que de antemano podríamos saber que solo se enviaría un producto de cualquier naturaleza (un tarro de leche, una botella de aceite, un kilo de arroz, etc.).