2 nov 2007

Vívere o víveres: ¿y si sólo es uno?

Por Lady Noelia Olivares Mauricio
Profesora de Lengua y Literatura de la Universidad de Piura
Piura, 6 de julio de 2006

Hace poco me llamó mucho la atención leer en un cuaderno escolar: “No se olvide de enviar un vívere para la canasta”. Obviamente, solo se pedía un producto alimenticio para la canasta del día de la madre. En ese momento, me vino a la mente la idea de que existen palabras que no tienen singular y una de ellas es, precisamente, víveres. Entonces, me pregunté: “¿por qué no utilizar vívere en lugar de víveres, si sólo se pide una cosa y no dos o más?”

Nosotros, como hablantes, distinguimos la cantidad de objetos de una misma clase mediante el número: una silla, treinta sillas, varias sillas; un reloj, dos relojes, muchos relojes. El número es una variación gramatical que indica una sola persona, un solo objeto o una sola entidad (número singular), o más de una persona, de un objeto o de una entidad (número plural) (Gómez Torrego: 2002,131). En nuestro idioma, el número singular no tiene una terminación propia (silla, reloj); mientras que el número plural, generalmente sí, porque se forma mediante las desinencias o morfemas –s / –es (sillas, relojes) y, también, con la anteposición del artículo como sucede en: la crisis / las crisis. Sin embargo, el singular no siempre se refiere a un único ejemplar ni el plural a varios. Existen, peculiaridades en cuanto a la cantidad que indica el número, manifestadas en la forma de la palabra, sin que eso signifique que tenemos una mayor o menor cantidad de elementos.

Por ejemplo, qué sucede con las palabras: cosquillas, caries y nupcias. Las tres presentan la terminación del plural (–s); pero, ¿tienen singular?, ¿existirán las palabras *cosquilla, *carie o *nupcia? Aunque nos suenen las dos primeras, ninguna de las tres presenta forma singular. Es decir, lo correcto es cosquillas, caries y nupcias.

Si nos fijamos detenidamente, veremos que en estos sustantivos no hay una oposición numérica a diferencia de reloj/relojes, pues cuando siento cosquillas no siento un número determinado de ellas, no puedo afirmar que si digo *cosquilla en singular siento menos cosquillas que si digo la palabra en plural. Lo cierto es, que aunque estos términos aparecen en plural, no tienen nunca singular; por eso a este tipo de sustantivos se les conoce como pluralia tantum (sólo plural).

En efecto, volviendo con nuestro primer ejemplo, lo correcto es usar la palabra víveres; por lo que la nota en ese cuaderno escolar debió ser: “No se olvide de enviar los víveres para la canasta”, claro que de antemano podríamos saber que solo se enviaría un producto de cualquier naturaleza (un tarro de leche, una botella de aceite, un kilo de arroz, etc.).

Angelitos en las velaciones de Piura





Fotos: Luis Sánchez

Texto: Ronald Pinedo Rivera

Bajo la tenue luz de una noche de velas, focos eléctricos y ambulantes llegamos al cementerio “San Teodoro” (Piura). Ya casi las 8 pm, los piuranos asisten como todos los años a velar a sus muertos.

En la entrada del cementerio llama la atención la gran cantidad de negocios improvisados, común en estas fechas. Allí se mezclan el suave aroma de flores, con el típico olor a guiso de pollo, pato y pavo y más platos que se sirven por unos cuantos soles.

La tentación de degustar algunos apetitivos nos llevaron a probar unos bocaditos llamados “angelitos”. Estas pintorescas bolsas están llenas de alfajores rosquitas de manteca, bocadillos, dulces de colores, suspiros y otros. Y según nos comentaron, estos dulces son típicos del bajo Piura, y es costumbre de las madres que alguna vez perdieron a un hijo pequeño, regalarlo a los niños que se les recuerden al que perdieron.

Mientras escuchaba esta historia, pasaron unos niños ofreciendo unos llamativos panes, de forma ovalada con una cruz en el centro, conocidos como “pan de muerto”. Si bien, los piuranos tienen toda la noche para rezar y conmemorar a sus difuntos, si les apetece, pueden seguir recordando a sus seres queridos degustando algún bocadillo típico de estas fechas, por algo dicen que los peruanos somos de buen “diente”.

Algarrobina

  Texto: Carlos Arrizabalaga Lizárraga Universidad de Piura, Perú carlos.arrizabalaga@udep.edu.pe Nada más piurano que la algarrobina y los ...